AUSENCIA
Por: Roxana Puche
Malú
se durmió, ya no disfrutaría de su calor y suavidad; quedo sumergida en sus
anhelos e inevitablemente una lágrima acudió a mis ojos ¿a dónde vas Malú? ¿por
qué me dejas? No he terminado de amarte, apenas comienzo, aun no he podido descifrar el acertijo de tu mirada
y eso me desmorona. Amiga, amante, compañera, todas y cada una eras tú…ahora solo
me queda el vacío y la certeza de lo incierto.